Alá! Pa ´que disfruteís y os riaís de mi un rato:
PD: es que yo como era una niña muy noooormaaaal, con doce años me ponia a escribir relatos absurdos
:D
El secreto del manuscrito
Año 13 d.C.
Me dirijo hacia la capilla de Santa Julia después de siete
años de trabajo; por fin lo terminé, ahora solo
me queda la aprobación del consejo. Se suponía que la reunión era a la puesta
del Sol, ha pasado la medianoche y todavía no estoy allí, cada segundo que me
retraso mi aprobación pierde posibilidades.
La noche es clara, una enorme luna me deja ciego en medio de
la calle cuando por fin llego a la capilla, una puerta de grandes dimensiones
se burla de mi, llamo y espero…nada no hay nadie, vuelvo a probar, pero no hay
cambios, decido entrar por la puerta de atrás. Doy toda la vuelta a la
construcción, es tan grande que siento estar rodeando la capital entera. Cuando
por fin llego, bajo por las oscuras y estrechas escaleras; al entrar no me
atrevo a mirar las fulminantes miradas del consejo, así que agacho la faz y
miro al suelo agazapado. Dejo el manuscrito sobre la mesa y espero respuestas.
El sacerdote Neviscar me mira y intenta decir algo, pero Él lo interrumpe.
-¿Qué se supone que es esto? Te damos siete años y nos traes
esto y encima esperas nuestra aprobación; no había conocido a persona con menos
vergüenza en todos mis años de vida.
-Pero, señor es lo que vos pedisteis…
-Barbaridades, eso es lo que es, todavía no comprendo cómo
te has dignado a aparecerme con estas, desde luego en este consejo no
conseguirás jamás mi aprobación
-Maestro, no cree que exagera, él tiene razón, es lo que
pedimos
-¡Neviscar, como te atreves siquiera a contradecirme!
Hubo tal disputa que decidí marcharme; no entendía que era
lo que fallaba, era lo que pidieron, una nueva religión, algo en lo que la
gente depositara su fe. Estuve toda la noche dándole vueltas, no conseguí
dormirme.
Al día siguiente fui con toda mi valentía a pedir
explicaciones, sin importarme las consecuencias, por desgracia me prohibieron
la entrada. Fui a la guarida donde solía ir a reflexionar don Neviscar para
hablar con él. No se encontraba allí, le espere dos días, no apreció. Decidí
desaparecer yo también, no valía la pena vivir…
Capilla de Santa Julia, 2011 d.C. Año actual
Sor Evangelina, mi maestra,
me llevó a la sala oculta por la entrada trasera del edificio y me
enseño el más sagrado secreto de convento, el primer manuscrito escrito de la
Sagrada Biblia, en el cual yacía el asesinato jamás revelado del sacerdote
Neviscar la tarde en que fue entregado dicho ejemplar.
El conde Nízaar
-Buenos días Señor
Nízaar
-Buenos para usted Marguerine
-¿Le ocurre algo Monseñor?
-No. Puede retirarse Marguerine
Como no me ocurría nada el día en que mi hijo se retaría a
muerte con el más valiente de la aldea,
a mi propio hijo le acechaba la parca, a la sangre de mi sangre.